El rescate de un río urbano
Durante décadas, los habitantes de las grandes ciudades han vivido desconectados de la naturaleza, y una de las consecuencias es que en muchos lugares se ha perdido el conocimiento de ésta.
Podemos encontrar ejemplos en todo el mundo, pero uno de los más dramáticos es el de los ríos, que fueron vistos como problemas de salubridad, y en algunos casos entubados y cubiertos con concreto, para abrir paso a una mal entendida higiene urbana y a más espacio para circular en coches.
En Argentina se dio uno de estos casos con las once cuencas que forman decenas de arroyos y que ahora están entubados bajo Buenos Aires.
Se podría pensar que una vez enterrados y borrados de nuestro imaginario, esos ríos quedan perdidos para siempre.
Pero alrededor del mundo, activistas ambientales están apostando por rescatarlos, volver a incorporarlos a nuestra geografía urbana y tener una relación más sana con la naturaleza. En la capital de México se da uno de estos casos.
El Ecoducto Río de La Piedad:
Alguna vez, Ciudad de México estuvo en medio de un lago, y este era alimentado por decenas de ríos. Pero desde la época colonial, este único ecosistema fue atacado y hoy es muy difícil imaginar que una de las ciudades más grandes del mundo haya tenido una relación tan especial con el agua.
Los últimos ríos fueron entubados en la primera mitad del siglo XX y convertidos en drenajes que corren bajo las avenidas más congestionadas de la urbe. Uno de estos se llama La Piedad, y se encuentra bajo una avenida llamada Viaducto.
Desde 2012, activistas ambientales mexicanos organizados por la ONG Cuatro al Cubo decidieron luchar por este río. Un día de campo anual sobre el concreto que lo cubre llamó la atención de las autoridades, y finalmente se aceptó un programa piloto para rescatarlo.
El resultado fue un parque lineal, que hoy mide 1.6 kilómetros y que es llamado, Ecoducto Río de La Piedad. Para crear este parque, se bombea parte del agua negra que corre entubada, apenas un 1%, y se sigue un proceso de limpieza, con el cual se riegan jardines y que termina con un agua 100% potable.
El ecoducto hace visible el río entubado, permite que los vecinos de la zona vuelvan a conectar con la naturaleza y sobre todo, muestra que es posible rescatar nuestros cuerpos de agua.
El ecoducto mexicano puede ser recorrido en visitas turísticas, y es también espacio de proyectos culturales. Se tiene como propósito involucrar a la comunidad con el proyecto, pues no todos están a su favor.
También se espera habilitar espacios como huertas urbanas que sirva para que los vecinos tengan una agricultura sostenible.
Pero se tiene un objetivo más ambicioso y es que en las próximas décadas, el río entero sea rescatado y que esto sirva como ejemplo para salvar los otros mas de 40 cuerpos de agua que hoy el concreto y el automóvil ahogan.
¿Como se limpia el agua?
Parte del atractivo del ecoducto es que nos muestra cómo aprovechar toda nuestra agua. El líquido que corre por el río recibe las descargas del drenaje, y está muy contaminado.
Pero cada planta en los jardines y humedales ayuda a limpiarla y al final de los 1.6 kilómetros, ésta ya está limpia.“La naturaleza, por sí misma, elimina los contaminantes del agua residual a través de procesos físicos, químicos y biológicos”, dicen los encargados del ecoducto.
El tratamiento seguido lo único que hace es acelerar los procesos naturales. Los pasos son:
- Pretratamiento. – se remueven objetos sólidos visibles a simple vista.
- Tratamiento primario. – se retienen partículas mas pesadas que el agua como lo es la grasa y sedimentos.
- Tratamiento secundario. – Se remueven sustancias que requieren biodegradación, para lo cual se usan lodos activados y humedales artificiales.
- Pulimento. – En los humedales artificiales se eliminan metales pesados y otras sustancias producto de actividades industriales.
El proceso es replicable para cualquier río en el mundo y toma alrededor de dos semanas en completarse.¿Crees que debemos utilizarlo para salvar otros ríos en Argentina y el mundo?
Mexicano y descendiente de españoles, desde niño sentí infinita curiosidad por descubrir el mundo, así que estaba escrito que sería un viajero. Exploró el mundo primero a través de mapas, y luego en persona. Tras escribir como freelance en varias revistas, vivió un año en Barcelona donde obtuvo una maestría en periodismo de viaje, fui miembro fundador del proyecto Caminos Sellados y gané un premio Malta Tourism Press Award como coautor del libro Postales del Mundo: Malta. He visitado 23 países de cuatro continentes y mi filosofía es que, en todo lugar hay algo por descubrir.
Fuentes:
https://www.viajerosenruta.com/visita-al-ecoducto-rio-de-la-piedad/
http://www.laprensa.com.ar/406623-Los-arroyos-que-se-esconden-bajo-la-Ciudad.note.aspx