Los edificios eficientes ayudan a aliviar muchos de los aspectos sociales, económicos y ambientales. Analizamos como influyen en la ciudad y cuales son sus cualidades.
El urbanizar las ciudades representa grandes retos y en muchos casos los urbanistas pasan tiempo en busca de nuevas soluciones, pero demasiado a menudo se olvidan de los propios edificios que componen las ciudades.
Edificios, que muchas veces se encuentran fuera de la “estrategia urbana renovadora” pero que con diferentes actuaciones se pueden convertir en edificios eficientes ayudando a aliviar muchos de los desafíos que enfrentan las ciudades; desde el cambio climático a los problemas de salud pública, desempleo o la pobreza, entre otros.
Las edificaciones eficientes producen menos riesgos, es decir; los edificios y la construcción son responsables del 60% del consumo de electricidad, el 12% del uso del agua, el 40% en el uso de los materiales, ocupan el 50% o más de la superficie de suelo de una ciudad. Cada uno de ellos es un costo, pero cada mejora de la eficiencia del edificio en el uso de energía y los recursos, elimina un costo que la ciudad y sus habitantes ya no tienen que pagar.
Otro ejemplo sería que las mejoras y medidas de ahorro de energía son particularmente importantes para los habitantes con ingresos más bajos, porque una mayor porción de sus ingresos se destina al gasto energético de la vivienda, son menos capaces en pagar los precios más altos de la energía o hacer frente a las fluctuaciones inesperadas de los costos.
Se espera que las ciudades aumentan en 3 mil millones entre 2008-2050, casi el doble de la población urbana actual. La expansión y necesidades habitacionales que se deben de preparar realza una gran problemática dentro del urbanismo y la arquitectura edificatoria de las urbes, sobre todo en países en desarrollo como China, India, Indonesia, África y otros países.
Además de reducir los costos de infraestructura y los gastos del hogar, la construcción eficiente también proporciona un mayor retorno de la inversión ante la reducción de las emisiones de CO2 frente al cambio climático.
Proporciona un retorno de la inversión mucho más rápido sobre los gastos de energía. Una diferencia significativa ante las inversiones de ahorro en emisiones en comparación a otros sectores como la agricultura o el transporte, que son relativamente caros o con un resultado en la reducción de emisiones más bajo.
Edificios eficientes proporcionan mejores rendimientos sociales y financieros:
Los edificios son grandes inversiones y de larga duración. Si vemos las estadísticas, el sector de la construcción representa un 10% del PIB mundial, siendo realmente inversiones a largo plazo que crean empleos y movimiento económico constante.
Un ejemplo de edificio más eficiente puede reducir significativamente enfermedades relacionadas con la contaminación del aire. Contribuyen a una mejor calidad del aire interior y exterior mediante la reducción de la contaminación (Menos gasto energético, menos contaminación) y mejorar la de ventilación, lo que lleva a beneficios económicos y de salud.
Las tasas más altas de exposición están en ciudades en desarrollo, donde las personas dependen de la combustión de combustibles en el interior de las viviendas y casas para la calefacción o cocinar.
El futuro de nuestras ciudades depende de planificar Edificios Eficientes que respetan el medio ambiente, sus costos de construcción son bajos y los usuarios como el entorno se beneficia. Convivir y sentirse integrado al medio ambiente es posible.
Te invito a ver este video de WWF en el que podemos ver que que significado tienen los Edificios Eficientes en España: