Es una práctica que consiste en cortarles las aletas a los tiburones y tirarlos nuevamente al mar para que mueran. Se calcula que anualmente mueren unos 100 millones de tiburones por esta causa. Es que para algunas comunidades sobre todo en Asia un plato de sopa de aleta de tiburón puede tener un precio de hasta $100 además de ser un plato exquisito y muy rentable para los pescadores.

Los tiburones azules están bajo riesgo algunas autoridades estiman que el 90% de las aletas que se consiguen pertenecen sólo a esta especie.

En algunos países como Estados Unidos han prohibido la caza de aletas, pero esto es algo difícil de controlar ya que los tiburones emigran a través de las fronteras internacionales. La caza de aletas todavía se practica alrededor del mundo en lugares tan apartados como Sudamérica y Australia.

El descenso de tiburones tiene consecuencias para los ecosistemas en los que viven. Los tiburones son parte esencial de la cadena alimenticia, y como depredadores ayudan a mantener estable el número poblacional de las especies de sus presas. Sin tiburones que ayuden a mantener un balance saludable, los ambientes marinos están en riesgo.

Fuente: www.tudiscovery.com