fbpx

Crisis Climática

Espacio Sustentable, conversó con Ana Di Pangracio, abogada directora ejecutiva adjunta de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), una organización sin fines de lucro y apartidaria. Se financian gracias al aporte de donantes privados como así también de organismos públicos nacionales e internacionales. “El cambio climático ya está aquí y, si no se toman medidas, la situación empeorará rápidamente”, expresó Pangracio.

Pasaron 30 años de que se creó FARN ¿Qué diferencias encuentran hoy por hoy en lo que respecta al desarrollo sustentable?

Cuando FARN comenzó, estaba todo por hacerse en materia de derecho y política ambiental. La reforma de la Constitución Nacional de 1994 incorporó la cláusula ambiental (artículo 41) y la herramienta para defender nuestro derecho a un ambiente sano (el amparo). De allí, se desarrolló un muy relevante plexo normativo ambiental en el que se destaca la Ley General del Ambiente, la “norma ambiental madre” de nuestro país, a la que luego le siguieron normas en materia de residuos, la Ley de Bosques Nativos, la de Glaciares. Por otra parte, es innegable la creciente importancia que en la Argentina ganaron las organizaciones no gubernamentales frente a la crisis de representatividad que sufre el sistema político y como paliativo contra las dificultades del Estado para enfrentar los problemas del ambiente y el desarrollo.

¿Qué tan conscientes somos en Argentina en lo que se refiere a la sustentabilidad?

Todavía hay mucho por hacer. Si bien es evidente una mayor conciencia entre las personas, que sienten de primera mano los impactos del cambio climático y la reducción de espacios naturales, hay que profundizar los conocimientos y seguir motivando cambios sustanciales. El actual modelo de desarrollo en Argentina -y en la región en general- no es sostenible. Sus frágiles equilibrios económicos, las múltiples brechas y desigualdades, y el continuo deterioro ambiental han dado lugar a una fuerte conflictividad socio-ambiental.

Necesitamos una ciudadanía activa, que demande cambios pero también asuma la responsabilidad que cada uno de nosotros tenemos en esto. Es importante trabajar con los más jóvenes, para lograr un efecto contagio entre los mayores y para asegurar ciudadanos activos a futuro.

 ¿Qué tipo de acciones específicas realizan desde la Fundación?

Promovemos el desarrollo sustentable a través del derecho, la política y la participación de la ciudadanía en temas ambientales. Para ello, construimos conocimientos en diversas materias relativas al ambiente. Hemos publicado más de 150 documentos y hecho más de 1200 pedidos de información pública. Incidimos en unas 65 leyes y tuvimos participación en más de 600 casos judiciales. Buscamos fomentar la construcción de consensos para la realización de políticas públicas y privadas; capacitamos a líderes sociales; facilitamos el acceso a la información y la participación en los procesos de toma de decisiones.

 Las cuestiones con las que nos involucramos inciden en la vida de las personas, en el ambiente y en las decisiones de desarrollo a nivel económico, político y territorial.

Todos los años realizan el “Informe Ambiental”. ¿Cuáles son los nuevos desafíos que se plantean para nuestro país?

Con el Informe Ambiental FARN (IAF) ponemos de manifiesto los temas ambientales más relevantes de cada año. Necesitamos una ley de ordenamiento ambiental del territorio, una ley para la conservación y el uso sostenible de los humedales, un abordaje responsable de los impactos que el abuso de agroquímicos tiene en el ambiente y la salud de las personas.

Por otra parte, nuestro país posee actualmente una matriz energética basada en combustibles fósiles en más de un 88%, motivo por el cual existe una clara necesidad de cambio, tal como surge del compromiso internacional asumido ante el Acuerdo de París por el Cambio Climático. La modificación de la Ley de Renovables y su reglamentación, como así también un acomodamiento de los precios a la baja en el sector, han logrado un fuerte impulso para la promoción de este tipo de energías que se ha visto plasmado mediante el programa Renovar con la adjudicación de casi 150 proyectos, principalmente de base eólica y solar pero también de biomasa. Y a esto debemos sumar la sanción de la Ley de Energía Distribuida.

Es necesario atender de manera efectiva los desafíos e impactos del cambio climático, acelerar las medidas para salvar la vida silvestre, y profundizar la regulación de actividades que implican riesgos para el ambiente, entre otras medidas clave. Es importante seguir trabajando para exigir el cumplimiento de las normas vigentes, que se generen las nuevas que están pendientes, que todo se implemente efectivamente. Hay que generar conciencia y promover la participación de las personas para que demanden a las autoridades responsables que cumplan ajustadamente con sus funciones y deberes.

Por eso sin duda uno de los próximos desafíos es la ratificación del Acuerdo de Escazú mediante el Poder Legislativo. Este tratado busca la implementación del derecho de acceso a la información, la participación ciudadana y la justicia en temas ambientales, con el objetivo de asegurar el derecho de las personas a un ambiente sano. Argentina es uno de los 16 países que suscribieron al Acuerdo frente a las Naciones Unidas y cuenta ahora con la oportunidad de ser uno de los primeros de la región en ratificarlo.

 ¿En cuántas ciudades y/o provincias de la Argentina trabajan?

FARN trabaja a nivel nacional, regional y global, tanto de manera directa como a través de redes. FARN está comprometida con el saneamiento de la cuenca Matanza-Riachuelo  -la más contaminada de Argentina, que alcanza 14 municipios bonaerenses y  CABA; también con las comunidades de la Cuenca Salinas Grandes y Laguna de Guayatayoc, en la provincia de Jujuy, dado el creciente interés de empresas internacionales en la explotación de litio. Seguimos de cerca el tema fracking en Neuquén y Mendoza; trabajamos en el Delta del Paraná, que abarca tres  provincias argentinas (Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe).  Al dar seguimiento a la implementación de la Ley de Bosques abarcamos muchas provincias, pero en los últimos años hemos hecho especial foco en las de Salta y Córdoba.

Hoy por hoy, ¿todos los proyectos de diferentes emprendimientos deben pensar en la sustentabilidad?

Definitivamente, si queremos otro modelo de desarrollo eso tiene que ocurrir. El cuidado del ambiente no es un obstáculo para el desarrollo. Nuestra organización promueve el desarrollo sostenible y eso implica que las actividades productivas satisfagan las necesidades del presente pero sin comprometer las generaciones futuras.

 ¿Hay temas que consideren importantes y de los cuales el Gobierno no se esté ocupando?

Es menester atender la acuciante realidad de los humedales, uno de los ecosistemas que más ha retrocedido a escala mundial y nacional también. Se está trabajando en un inventario nacional de humedales pero necesitamos de una ley que asegure una política pública sostenida para estos ecosistemas.

El tema de los agroquímicos es central, un verdadero proceso participativo camino a  una ley nacional que los regule, con pleno involucramiento de las comunidades afectadas por los abusos en su empleo. Hay que discutir otras opciones y dar apoyo a la agroecología, ese es el camino. Por el contrario, se cierran dependencias importantes como la de agricultura familiar.

Por último, respecto de la ciudad de Buenos Aires, es preocupante el retroceso en espacios verdes en territorio porteño, el avance de la privatización del espacio público. También lo es la reciente reforma a la ley N° 1854 de Basura Cero, sin duda una iniciativa muy controvertida en tanto lo que se pretende es cambiar el paradigma de la gestión de residuos no solo en la Ciudad de Buenos Aires, sino también en el Área Metropolitana, donde se produce y gestiona el mayor volumen de residuos de todo el país. La norma, que logramos suspender en la Justicia, promueve la incineración de los residuos que hoy se entierran en los rellenos, para con ello producir energía. Esta idea parece sumamente atractiva pero hay que mirarla con más detenimiento, por eso se le reclama al Gobierno que dé las explicaciones técnicas que nunca existieron.

¿Cuál es el principal problema que genera el cambio climático?

Supone un gran desafío por sus dimensiones. El cambio climático ya está aquí y, si no se toman medidas, la situación empeorará rápidamente. Eventos naturales extremos resultarán más usuales; sequías, inundaciones, cosechas perdidas, afectación de ecosistemas, crisis de extinción de especies silvestres, refugiados ambientales, etc. Debemos ser conscientes del impacto que el cambio climático causa y causará en la economía mundial. Y sobre todo asumir nuestra propia responsabilidad y cómo podemos tomar medidas para combatir el cambio climático con fondos propios y no siempre esperando fondos que lleguen desde los países desarrollados. En Argentina, el sector energético es el que más contribuye a las emisiones de GEI -53% según datos del último Inventario de GEI elaborado por la Dirección Nacional de Cambio Climático-. Sin embargo, las políticas actuales resultan contradictorias para su reducción en esta área de la economía del país. Por un lado, se promueven las energías renovables (mediante el programa RenovAr), pero al mismo tiempo se subsidia la industria de los hidrocarburos.

Como encontrar a la FARN

Pagina Web- https://farn.org.ar/

Facebook – FARN

Instagram – FARN

Redacción:

Carolina, Fabio Fiorini

Licenciada en Ciencias Políticas y periodista

carolinafabiofiorini@hotmail.com

Skype: Carolina Fabio Fiorini

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *